La divulgación cultural a través del paladar
19.11.2020
La startup dedicada al cátering gana el primer ‘Premio de Emprendeduría Social 2020’ otorgado por Barcelona Activa
Abarka Catering ha nacido y ha ido creciendo identificando necesidades. Cuando la Khady y en Malamine preparaban su boda en 2016 vieron como no había posibilidad de contratar un cátering que incluyera platos tradicionales de Senegal. Esta carencia de oferta en el mercado se quedó imprimida en su memoria y cuando iniciaron la fundación Dunia Kato, dedicada a la cooperación internacional a través del codesarrollo, se decidieron a crear Abarka como fuente de financiación para la asociación.
La emprendedora explica que «nosotros no hacemos sólo comida, también hacemos divulgación»
Contra las categorizaciones culturales
«Nosotros no hacemos sólo comida, también hacemos divulgación», sentencia Drame. Este es uno de los pilares fundamentales sobre el cual se erige la actividad de Abarka. Cómo ellos mismos plasman en su web no quieren etiquetarse como comida de un país en concreto, sino como comida africana, puesto que el origen de la gastronomía actual de África no nace de sus países trazados sobre lógicas coloniales desligadas de la realidad del entorno. Nace de los pueblos que viven y se expanden al margen de estas fronteras, explican. Drame lo ejemplifica con el maafe, un guiso tradicional: «Es un plato que te lo puedes encontrar en Senegal, Gambia, Malí y más abajo. De forma que no puedes decir que es un plato senegalés, sino propio del pueblo mandinca, que ahora y antes se expandía sin limitarse por las fronteras coloniales», explica la joven emprendedora; «es una manera de denunciar estas fronteras que han dividido pueblos que antes eran uno sólo».
La empresa explica que «queremos dar una imagen de calidad, positiva, para romper con los estereotipos de África y hacia las personas negras»
Es este tipo de explicaciones y lecciones que acompañan todo el servicio de Abarka, las cuales quieren romper viejas categorizaciones y el absurdo reduccionismo occidental respecto a las culturas africanas y sus miembros. «Queremos dar una imagen de calidad, positiva, para romper con los estereotipos de África y hacia las personas negras», asegura Drame.
Servicio a domicilio, cooperativismo y ocupación
Desde febrero de 2019 están activos, pero la pandemia los ha hecho poner el freno en su actividad, puesto que su público principal eran ferias, acontecimientos o convenciones. Miembros de Abarka durante el confinamiento se unieron a varias tareas de voluntariado, como es el caso de en Soly. «A través de su trabajo como voluntario con Open Arms, vio como había mucha gente que se pasaba el día fuera, pero no podía acudir a ningún restaurante así que empezamos a trabajar para ofrecer menús individuales», recuerda Drame.
De nuevo la identificación de una necesidad urgente ha marcado las próximas pasas de Abarka. Los menús que empezaron a hacer en plena crisis de la Covid son los que se plantean ofrecer a domicilio. Drame reconoce que se presentan algunas trabas que tienen que superar. Por un lado, trabajan en la manera en la cual incluir su tarea divulgativa en los pedidos a domicilio. Por otro lado, no quieren renunciar a los valores sociales que vertebran su proyecto para facilitar «No queremos depender de empresas como Glovo o Deliveroo porque rompen totalmente con nuestros valores. Trabajaremos con empresas que si los respetan como Las Mercedes», asegura la fundadora.
«Nuestra idea es hacer inserción laboral a personas migrades sin papel y es una cosa que la gente valora mucho»
Aún así, este no es su único proyecto a corto plazo. Abarka Càtering pasará a ser una cooperativa sin ánimo de lucro, la cual esperan que crezca para cumplir otra función que sus miembros consideran vital: generar ocupación. «Nuestra idea es hacer inserción laboral a personas migrades sin papel y es una cosa que la gente valora mucho, sobre todo porque un proyecto que nace de la misma comunidad que se organiza para salir adelante», explica Drame.